
Beneficios del cambio de un hábito. Por: David gonzález™
Beneficios del cambio de un hábito
Por: David gonzález™
Los hábitos, más que ninguna otra cosa, nos definen como seres humanos, o sea, somos un producto directo de nuestras conductas actuales. Por ejemplo, si al llegar a la escuela donde estudias o a la oficina o al taller donde trabajas saludas cada día de forma cordial a tus compañeros o colaboradores, y si además te diriges siempre a todos de forma respetuosa y amable, de seguro eres una persona agradable con la cual se puede disfrutar una buena convivencia, esto, por supuesto, derivado de la costumbre de ser siempre amable.
Con frecuencia nos referimos simplemente como hábitos a las conductas positivas: leer, cantar, sonreír. Mientras que las costumbres negativas son conocidas por lo común como vicios: fumar, embriagarse, holgazanear; ser impuntual, deshonesto.
Las buenas costumbres son una manera constructiva de enfrentarse a los retos de la vida. A través de esos desafíos se van descubriendo medios para alcanzar un fin deseado o para resolver un problema de manera favorable.
Y una vez encontrado ese medio, el hombre va tratando de convertir sus actitudes y acciones en un procedimiento uniforme. Son actitudes y acciones que configuran nuestra personalidad.
Una actitud es una inclinación permanente a reaccionar de cierta manera cada vez que respondemos a una situación determinada. Son, pues, hábitos de pensamiento y respuestas emocionales a un estímulo preciso.
Cuando el hombre trata de modificar sus actitudes, se encuentra por lo regular con una resistencia interna, pero necesita no dejarse acobardar. Existen tres razones básicas por las que un individuo se resiste al cambio: el miedo, la indecisión y la falta de información.
Si quieres transformar cualquier situación, tienes que comportarte en forma distinta. Debes empoderarte para cambiar tu comportamiento, debes modificar tus paradigmas, tu forma de interpretar el mundo.
El buen hábito da placer y alegría porque permite acceder al deseo. A la nueva conducta hay que motivarla para romper las resistencias, sin estimulación la conducta no se consolida.
Emprende un nuevo hábito con toda tu fuerza y determinación. Para la adquisición de un comportamiento nuevo o para abandonar uno viejo tienes que acometerlo con la mayor decisión y coraje posible.
No permitas ninguna excepción hasta que la nueva forma de actuar esté plenamente arraigada e implantada en su vida.
El cambio se hace cuando se trabaja hacia una meta. Y para alcanzar una meta necesitas un plan. Decide qué pasos te ayudarán a alcanzar tu objetivo.
Recuerda que con el cambio de hábitos debes mantenerte Aprendiendo, Creciendo y Cambiando.
David gonzález™
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